Un mar de tesoros hundidos en aguas españolas

Las aguas españolas esconden 100.000 millones de oro y plata (Agencia: EFE)

Cientos de millones de euros en oro y plata se encuentran sumergidos en territorio nacional a merced de los cazatesoros. Mientras el Estado lucha por hacer valer sus derechos como propietario legítimo de estos tesoros, cazatesoros como el 'Odyssey' buscan que se reconozca el derecho del 'hallador'.

El paso de los siglos no ha mermado la fortuna del que fuera uno de los mayores imperios del mundo. España sigue teniendo grandes reservas de oro y plata, eso sí, diseminadas en sus costas y bajo la constante amenaza de los cazatesoros.

El caso del Odyssey y el tesoro del 'Nuestra señora de las Mercedes' ha recordado la histórica mina de pecios que esconden las costas de la Península. España, debido a su pasado imperial, es uno de los países con más riquezas esperando a ser recuperadas. Según los datos del Archivo General de las Indias, sólo en el Golfo de Cádiz hay 800 buques hundidos víctimas de la piratería, las guerras o furiosas tempestades. Pero no son los únicos.

A éstos hay que añadir los barcos hundidos en aguas del Estrecho, en las costas catalanas y valencianas e, incluso, en el Cantábrico, en cuyas bodegas es podrían guardarse aún los tesoros procedentes de las guerras de Flandes.

El valor de los cargamentos de los, aproximadamente, 3.000 barcos hundidos en territorio nacional, según un documento militar, elaborado en 2009 en el marco del Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático Español, es de más de 100.000 millones de euros en oro y plata.

No son cifras menores. El Estado, que durante años ha hecho la vista gorda y ha permitido que este patrimonio se convirtiera en objeto de recreo de los expoliadores, comenzó en 2009 -tras la polémica con los cazatesoros americanos- un plan para elaborar un mapa con la ubicación y carga de los pecios. La idea, proteger el patrimonio subacuático y evitar casos como el de ‘Nuestra Señora de las Mercedes’.

La tarea es más que complicada pero, según los datos, podría merecer la pena. Son los "manifiestos de carga" que se conservan en los distintos archivos históricos los que dan fe del patrimonio escondido en los mares españoles. Sin embargo, podría ser aún mayor ya que los datos de los cargamentos se manipulaban para pagar menos impuestos.

Imagen de archivo del buque Odyssey (Agencia: EFE)

Derecho del Hallador
Según las leyes españolas, todo resto arqueológico submarino encontrado de manera fortuita está protegido por el Derecho de Hallador: quien encuentra un pecio tiene derecho al valor económico del 50% de su cargamento. El otro 50% es propiedad del país armador. Pero en aguas españolas, el rescate sólo puede hacerse con permiso del Gobierno.

Es decir, aquel que encuentre un barco o crea saber dónde se halla uno, debe dirigirse al Ministerio de Cultura y registrar sus coordenadas. En el momento en el que el Gobierno autoriza la expedición, si se encuentra algo, comienza a aplicarse esta ley.

En EEUU, por ejemplo, las leyes son diferentes. El Hallador es quien se queda con todo el valor de lo encontrado y es por eso las mayores empresas de cazatesoros son de esa nacionalidad.

El caso del 'Nuestra señora de Atocha'
El extraordinario legado arqueológico ha despertado la codicia de muchos que, gozando de una impunidad casi total, han expoliado parte del patrimonio subacuático.
Y es que el caso del Odyssey no es único. El navío insignia de la Armada Española durante el siglo XVII, el 'Nuestra señora de Atocha' permaneció durante siglos en el fondo del mar después de ser asaltado por piratas frente a las costas de Florida.

En 1970, un cazatesoros americano, Mel Fisher, emprendió su búsqueda con la ayuda de su propia compañía, Treasure Salvors. Una década más tarde, Fisher anunció el hallazgo del pecio y su increíble cargamento: 300.000 objetos con un valor aproximado de 360 millones de euros.

Pese a la legislación española, la novedad de la situación hizo que el Gobierno no supiera defender su derecho como acreedor legítimo del barco y su cargamento, por lo que tuvo que acudir a la subasta realizada en Christie's y sólo pudo recuperar algunos objetos -previo pago de 25.000 dólares-. El resto de tesoros quedó repartido por medio mundo.

La magnitud de este caso puso de manifiesto la necesidad de proteger del expolio las aguas españolas, así como los buques de bandera nacional que se hundieron mientras se encontraban viajando por aguas extranjeras.

¿Cómo se lucran los cazatesoros?
Pese al enorme valor que pueden alcanzar las riquezas sumergidas, los halladores únicamente pueden darle salida en el mercado negro o, como en el anterior caso, a través de las casas de subastas que hacen su agosto dando salida a lo recuperado.

Vender las monedas a los coleccionistas, por ejemplo, no es una solución. Es tal su cantidad, que distribuirlas supondría la saturación del mercado así que prefieren fundirlas para extraer el oro y la plata con los que se acuñaron.

Fonte: http://noticias.terra.es/2012/ciencia-y-tecnologia/0213/actualidad/mar-tesoros-pecio-hundido-costas-espanolas.aspx (13/02/2012)

OBS: Após ler este texto, vale a pena tomar conhecimento da carta de manifestação do Srº Rodolfo V. Rojas que publiquei mais abaixo, sob o título "Reclaman que los tesoros halla dos por ODYSSEY sean devueltos al Perú"

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