De piratas a pescadores
De Luis Ayllón
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha sacado como principal conclusión de la reunión sobre Somalia que se ha celebrado en Madrid que lo que hay que hacer es convertir a los piratas somalíes en pescadores. Loable intención que cuadra mucho con aquello de que al necesitado no hay que darle un pez, sino enseñarle a pescar. Pero los piratas no quieren pescar. Mejor dicho, prefieren otro tipo de pesca, que les resulta más rentable.
Puestos a sufrir las inclemencias de la mar, hacerse con un barco del tipo que sea, proporciona bastantes más réditos que andar con los aparejos de pesca a la búsqueda de langostas, camarones o atún. Sobre todo si hay países que, como sucedió en el caso de España el año pasado, con el Alakrana, terminan por pagar el rescate por la liberación de las tripulaciones. Los fondos procedentes de los rescates son recibidos en las localidades donde viven los piratas con mucho más alborzo que una buena pesca de marisco, ya que muchos viven directa o indirectamente de la actividad bucanera.
Por eso, y aunque el Gobierno español no es el único que ha pagado en situaciones similares, no es difícil ver ciertos tintes hipócritas en el planteamiento de querer convertir ahora a los temibles piratas en pacíficos pescadores.
En el fondo, la actividad de los piratas somalíes, en un país totalmente desestructurado y en guerra civil, es un cierto tipo de terrorismo, para el que se buscan excusas, como la de defender los ricos caladeros de la zona de la voracidad de los pescadores de otros países. Hay quien lo ha comparado estos días con Irak y Afganistán. Aunque se trate de situaciones diferentes, lo cierto es que la comunidad internacional vuelve a reaccionar con lentitud a la hora de enviar medios para hacer frente al problema, incluso reconociendo que la presencia militar y de seguridad en los pesqueros ha mejorado la situación en aquellas aguas.
El Gobierno español, que ya ha tenido que verse en varias ocasiones con problemas de pesqueros secuestrados, ha liderado el papel de la Unión Europea, pero los resultados, hoy por hoy, son escasos. Quizás, como ha comentado Moratinos, la cumbre entre la UE y la Unión Africana de finales de noviembre en Libia sea un buen momento para abordar el asunto.
Fonte: http://www.abc.es/blogs/luis-ayllon/public/post/de-piratas-a-pescadores-4960.asp (28/09/2010)
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha sacado como principal conclusión de la reunión sobre Somalia que se ha celebrado en Madrid que lo que hay que hacer es convertir a los piratas somalíes en pescadores. Loable intención que cuadra mucho con aquello de que al necesitado no hay que darle un pez, sino enseñarle a pescar. Pero los piratas no quieren pescar. Mejor dicho, prefieren otro tipo de pesca, que les resulta más rentable.
Puestos a sufrir las inclemencias de la mar, hacerse con un barco del tipo que sea, proporciona bastantes más réditos que andar con los aparejos de pesca a la búsqueda de langostas, camarones o atún. Sobre todo si hay países que, como sucedió en el caso de España el año pasado, con el Alakrana, terminan por pagar el rescate por la liberación de las tripulaciones. Los fondos procedentes de los rescates son recibidos en las localidades donde viven los piratas con mucho más alborzo que una buena pesca de marisco, ya que muchos viven directa o indirectamente de la actividad bucanera.
Por eso, y aunque el Gobierno español no es el único que ha pagado en situaciones similares, no es difícil ver ciertos tintes hipócritas en el planteamiento de querer convertir ahora a los temibles piratas en pacíficos pescadores.
En el fondo, la actividad de los piratas somalíes, en un país totalmente desestructurado y en guerra civil, es un cierto tipo de terrorismo, para el que se buscan excusas, como la de defender los ricos caladeros de la zona de la voracidad de los pescadores de otros países. Hay quien lo ha comparado estos días con Irak y Afganistán. Aunque se trate de situaciones diferentes, lo cierto es que la comunidad internacional vuelve a reaccionar con lentitud a la hora de enviar medios para hacer frente al problema, incluso reconociendo que la presencia militar y de seguridad en los pesqueros ha mejorado la situación en aquellas aguas.
El Gobierno español, que ya ha tenido que verse en varias ocasiones con problemas de pesqueros secuestrados, ha liderado el papel de la Unión Europea, pero los resultados, hoy por hoy, son escasos. Quizás, como ha comentado Moratinos, la cumbre entre la UE y la Unión Africana de finales de noviembre en Libia sea un buen momento para abordar el asunto.
Fonte: http://www.abc.es/blogs/luis-ayllon/public/post/de-piratas-a-pescadores-4960.asp (28/09/2010)
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