Uno de los marineros del ´Alakrana´: ´Nos dijeron que nos matarían de tres en tres´
El engrasador del pesquero reconoce durante su declaración ante el juez a los dos piratas detenidos y asegura que uno de ellos incluso le dio un culatazo en un costado con un fusil.
AGENCIAS | MADRID / NORTHWOOD Uno de los 36 marineros del atunero vasco Alakrana -secuestrado el 2 de octubre de 2009 frente a las costas de Somalia- relató ayer entre llantos en la Audiencia Nacional el sufrimiento que los tripulantes del barco tuvieron que padecer durante los 47 días de cautiverio, durante el que "nos dijeron que nos matarían de tres en tres" si el Gobierno español no liberaba a sus dos compañeros detenidos. "Vi pasar la muerte por delante", dijo.
El engrasador del pesquero y uno de los cuatro secuestrados que ejercen la acusación particular en el procedimiento, Gaizka Iturbe, fue el primero en declarar en el juicio que se sigue contra los presuntos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji.
Iturbe, que tuvo que interrumpir su declaración por el estado de nervios en que se encontraba, reconoció a los dos acusados como parte del grupo que asaltó el Alakrana y dijo que todos estaban "muy organizados" y les controlaban en grupos de entre 15 y 20. De hecho, detalló que Hassan Aji, que seguía órdenes de Abdu Willy, le llegó a dar un culatazo en el costado con un fusil kalashnikov.
El marinero explicó que los secuestradores, que a menudo estaban "borrachos" y fumaban "hierbas estimulantes", les gritaban, escupían y empujaban y por las noches paseaban por los pasillos "cargando y descargando las armas" para que no pudieran dormir. "Algunos compañeros lloraban y el jefe se reía -relató-. Si te echabas a llorar, se reían. Querían vernos sufrir, vernos llorar. Cuanto más llorábamos, más se reían, mejor se lo pasaban ellos".
El testigo señaló que el primer momento en que temió por su vida en el Alakrana, al que denominó en un momento "el barco de la desesperación", fue tras la captura de los dos acusados por la fragata Canarias. "Uno, que estaba histérico, cargó el arma y no nos mató porque otro le puso la mano. Fue la primera vez que vi pasar la muerte por delante", afirmó. Según su relato, los secuestradores les repetían "constantemente" que su suerte dependía de que sus dos compañeros fueran liberados por la justicia española. "Nos decían que si les cortaban un brazo, a nosotros nos cortarían los dos; que si les cortaban una pierna, a nosotros las dos, y que si uno de ellos moría, tres de nosotros íbamos a morir. Cada somalí valía por tres españoles", indicó.
El segundo momento del que tiene peor recuerdo fue cuando los secuestradores empezaron a separarlos en grupos de tres y les advirtieron de que serían conducidos a tierra y entregados a las familias de los acusados para que les "lincharan e hicieran lo que quisieran" si el Gobierno español no accedía a sus "exigencias" y liberaba a los detenidos. "En el puente se puso un señor con un lanzagranadas, cargó el arma y disparó por encima de nuestras cabezas. Cuando terminó volvió a hacer lo mismo con una ametralladora", relató entre lágrimas.
Iturbe se derrumbó al describir la situación del buque ucraniano Ariana, al que el Alakrana se acercó para facilitar combustible. Según explicó, en la embarcación, también secuestrada, había una mujer con un bebé que "pedía a gritos que la ayudáramos" y una niña de 14 años. Les intentaron ayudar facilitándoles comida, medicamentos y maicena para el pequeño pero los piratas no les dejaron. "Nos enteramos a los días que el bebé murió de hambre y la niña de 14 años fue violada", agregó el marinero.
Los dos acusados, que siguieron la vista con semblante tranquilo, se enfrentan a 220 años de cárcel por 36 delitos de detención ilegal -6 años por cada marinero-, robo con violencia y uso de armas, tipificado con 4 años. La acusación particular de cuatro marineros les imputa también asociación ilícita.
El marinero también aseguró, a preguntas del abogado defensor de los presuntos piratas, Andrea Chalaris, que vio cómo una avioneta arrojaba un cilindro al mar en un paracaídas, en relación con el pago de un posible rescate. Sin embargo, la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, consideró estas preguntas "impertinentes" al considerar que no afectan al procedimiento.
Los piratas somalíes recurren cada vez más al uso de buques mercantes secuestrados con tripulantes a bordo como enormes barcos nodrizas para realizar sus ataques pese a las inclemencias meteorológicas y adentrarse más en el Índico, según la misión europea contra la piratería Atalanta.
"Los piratas están cambiando su modus operandi, tomando barcos que han sido secuestrados y alejándolos de nuevo de la costa somalí", explicó el portavoz de la fuerza naval, Paddy O'Kennedy. Su anterior modo de actuar les hacía "muy dependientes del tiempo". "Ahora usan barcos mayores, el tiempo tiene mucho menos efectos en sus operaciones y pueden viajar más lejos", explicó el portavoz.
Al obligar a punta de pistola a la tripulación original a navegar mar adentro, los piratas pueden emprender ataques en la época de tormentas, el monzón, aumentando así el número de barcos secuestrados y los gastos en seguridad y los rescates.
Precisamente, la operación Atalanta indicó ayer que el barco pesquero con bandera taiwanesa Tai Yuan 227 -con 28 tripulantes a bordo- ha sido liberado por los piratas que lo retenían desde mayo, aunque precisó que aún no tiene información exacta sobre el suceso. "A pesar de que los detalles exactos que rodean la situación no se conocen por el momento, hay indicaciones de que el pesquero ha sido liberado del control de los piratas", afirmaron los responsables de la misión.
Fonte: http://www.laopinioncoruna.es/mar/2011/01/29/marineros-alakrana-dijeron-matarian-tres-tres/462168.html (29/01/2011)
AGENCIAS | MADRID / NORTHWOOD Uno de los 36 marineros del atunero vasco Alakrana -secuestrado el 2 de octubre de 2009 frente a las costas de Somalia- relató ayer entre llantos en la Audiencia Nacional el sufrimiento que los tripulantes del barco tuvieron que padecer durante los 47 días de cautiverio, durante el que "nos dijeron que nos matarían de tres en tres" si el Gobierno español no liberaba a sus dos compañeros detenidos. "Vi pasar la muerte por delante", dijo.
El engrasador del pesquero y uno de los cuatro secuestrados que ejercen la acusación particular en el procedimiento, Gaizka Iturbe, fue el primero en declarar en el juicio que se sigue contra los presuntos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji.
Iturbe, que tuvo que interrumpir su declaración por el estado de nervios en que se encontraba, reconoció a los dos acusados como parte del grupo que asaltó el Alakrana y dijo que todos estaban "muy organizados" y les controlaban en grupos de entre 15 y 20. De hecho, detalló que Hassan Aji, que seguía órdenes de Abdu Willy, le llegó a dar un culatazo en el costado con un fusil kalashnikov.
El marinero explicó que los secuestradores, que a menudo estaban "borrachos" y fumaban "hierbas estimulantes", les gritaban, escupían y empujaban y por las noches paseaban por los pasillos "cargando y descargando las armas" para que no pudieran dormir. "Algunos compañeros lloraban y el jefe se reía -relató-. Si te echabas a llorar, se reían. Querían vernos sufrir, vernos llorar. Cuanto más llorábamos, más se reían, mejor se lo pasaban ellos".
El testigo señaló que el primer momento en que temió por su vida en el Alakrana, al que denominó en un momento "el barco de la desesperación", fue tras la captura de los dos acusados por la fragata Canarias. "Uno, que estaba histérico, cargó el arma y no nos mató porque otro le puso la mano. Fue la primera vez que vi pasar la muerte por delante", afirmó. Según su relato, los secuestradores les repetían "constantemente" que su suerte dependía de que sus dos compañeros fueran liberados por la justicia española. "Nos decían que si les cortaban un brazo, a nosotros nos cortarían los dos; que si les cortaban una pierna, a nosotros las dos, y que si uno de ellos moría, tres de nosotros íbamos a morir. Cada somalí valía por tres españoles", indicó.
El segundo momento del que tiene peor recuerdo fue cuando los secuestradores empezaron a separarlos en grupos de tres y les advirtieron de que serían conducidos a tierra y entregados a las familias de los acusados para que les "lincharan e hicieran lo que quisieran" si el Gobierno español no accedía a sus "exigencias" y liberaba a los detenidos. "En el puente se puso un señor con un lanzagranadas, cargó el arma y disparó por encima de nuestras cabezas. Cuando terminó volvió a hacer lo mismo con una ametralladora", relató entre lágrimas.
Iturbe se derrumbó al describir la situación del buque ucraniano Ariana, al que el Alakrana se acercó para facilitar combustible. Según explicó, en la embarcación, también secuestrada, había una mujer con un bebé que "pedía a gritos que la ayudáramos" y una niña de 14 años. Les intentaron ayudar facilitándoles comida, medicamentos y maicena para el pequeño pero los piratas no les dejaron. "Nos enteramos a los días que el bebé murió de hambre y la niña de 14 años fue violada", agregó el marinero.
Los dos acusados, que siguieron la vista con semblante tranquilo, se enfrentan a 220 años de cárcel por 36 delitos de detención ilegal -6 años por cada marinero-, robo con violencia y uso de armas, tipificado con 4 años. La acusación particular de cuatro marineros les imputa también asociación ilícita.
El marinero también aseguró, a preguntas del abogado defensor de los presuntos piratas, Andrea Chalaris, que vio cómo una avioneta arrojaba un cilindro al mar en un paracaídas, en relación con el pago de un posible rescate. Sin embargo, la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, consideró estas preguntas "impertinentes" al considerar que no afectan al procedimiento.
Los piratas somalíes recurren cada vez más al uso de buques mercantes secuestrados con tripulantes a bordo como enormes barcos nodrizas para realizar sus ataques pese a las inclemencias meteorológicas y adentrarse más en el Índico, según la misión europea contra la piratería Atalanta.
"Los piratas están cambiando su modus operandi, tomando barcos que han sido secuestrados y alejándolos de nuevo de la costa somalí", explicó el portavoz de la fuerza naval, Paddy O'Kennedy. Su anterior modo de actuar les hacía "muy dependientes del tiempo". "Ahora usan barcos mayores, el tiempo tiene mucho menos efectos en sus operaciones y pueden viajar más lejos", explicó el portavoz.
Al obligar a punta de pistola a la tripulación original a navegar mar adentro, los piratas pueden emprender ataques en la época de tormentas, el monzón, aumentando así el número de barcos secuestrados y los gastos en seguridad y los rescates.
Precisamente, la operación Atalanta indicó ayer que el barco pesquero con bandera taiwanesa Tai Yuan 227 -con 28 tripulantes a bordo- ha sido liberado por los piratas que lo retenían desde mayo, aunque precisó que aún no tiene información exacta sobre el suceso. "A pesar de que los detalles exactos que rodean la situación no se conocen por el momento, hay indicaciones de que el pesquero ha sido liberado del control de los piratas", afirmaron los responsables de la misión.
Fonte: http://www.laopinioncoruna.es/mar/2011/01/29/marineros-alakrana-dijeron-matarian-tres-tres/462168.html (29/01/2011)
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